El barrio medieval de Castello es el principal símbolo de Cagliari. Con sus poderosas murallas, las imponentes torres pisanas de San Pancrazio y del Elefante, las estrechas calles con antiguos palacios señoriles, los característicos talleres de anticuarios y artesanos, así como las viejas viviendas derruidas, es el corazón vivo de la ciudad.